Marta en el primer programa de "Abrir y Cerrar de Ojos"


ABRIR Y CERRAR DE OJOS (1er Programa) from Abrir y Cerrar de Ojos on Vimeo.

Reportaje a Francisca Ure en Crítica Teatral

Francisca Ure
...no hubo nada que esté demasiado pensado en Marta.


CRÍTICA TEATRAL: Como se generó el proyecto: cuál fue el o los disparadores. Las referencias a Alicia, que estructuran el material, ¿surgieron desde el inicio?
FRANCISCA URE: Alguien me había hablado de la posibilidad de hacer foto novelas. Con esa idea en la cabeza me aparecieron fotos de Marta. Escribí las imágenes e instantáneamente aparecieron los textos. En un lapso de quince días había escrito el ochenta por ciento. Las influencias más marcadas quizás están en Alicia porque la había releído hace muy poco y se me aparecía todo el tiempo su manera de pensar, sus autocríticas, su exigencia para con los demás. También el darle importancia a la obra de Carroll permitió un trabajo de la puesta en escena con un código distinto, en relación a los audiovisuales y dejó abierta la puerta para otras influencias musicales y estéticas. Muchas aparecieron al principio y muchas en los últimos días antes de estrenar, y hasta diría que siguen apareciendo.

CT: El texto, ¿fue producto de un proceso de dramaturgia escénica o ya estaba armado desde antes de comenzar a ensayar?
FU: A ver, el texto estaba casi todo escrito, lo que no estaba era la dramaturgia de la obra. Yo no sabía que iban a ser varias martas, ni que eran distintas, ni que tal texto era dicho por una reina. Solo tenía los textos en forma, se podría decir, de novela. El trabajo de la puesta en escena fue fundamental a la hora de armar la dramaturgia, el hilo, la estructura.

CT: ¿Cómo y durante cuánto tiempo se desarrolló el proceso de ensayos? ¿Cómo trabajaron el abordaje de lo biográfico y de lo identitario de un mismo personaje, a partir de la multiplicación de actrices?
FU: Los ensayos duraron en principio cuatro meses, después hicimos un work in progress y finalmente ensayamos tres meses más y estrenamos. Además era pocas veces por semana, fue un proceso bastante fresco. Los ensayos tuvieron una primera etapa donde la música fue protagonista y sirvió para la construcción de la corporalidad y la calidad de energía que tiene Marta, como personaje único. Después cuando abordamos el texto, fuimos diferenciando a cada una, pero intentando que lo que aparecía no se saliera de la identidad de Marta, sino que aportara a la construcción. Fue muy rico ver como las actrices, sin que yo se los pidiera, sumaban a su propuesta lo que aparecía en el trabajo de otra, y lo traducían a su propia Marta, de una manera única, gestual, inexplicable.

CT: ¿Cómo pensaste la relación entre la imagen y la escena?
FU: Si dijera que lo pensé yo, estaría robando. Lo pensamos en equipo, ojala tuviera una cabeza tan grande como para que se me ocurra todo eso a mi. Fue trabajo de mesa, pensábamos juntos. Y además fue totalmente libre. Nos juntábamos, se hablaba de lo que había aparecido en los ensayos, tratábamos de entender la obra y cada uno se iba a trabajar en lo suyo. Después volvían con propuestas, con dibujos, con videos, ideas de vestuario, etc. Se tomaron muchas atribuciones y permisos, para mi eso fue increíble. Me encanta trabajar con pares, me aburre la dirección jerárquica. Quiero decir, me parece que los demás pueden tener ideas mejores que las mías sobre mi propia obra.

CT: En relación al vestuario, ¿cuál fue el criterio y la concepción que guió su armado?
FU: Hubo mucho antojo. Quiero esto, quiero aquello. Y lo que funcionaba fue quedando. El vestuario que las unifica fue un hallazgo. De repente estaban todas ahí mirándonos, con anteojos, medias y sombrero, y no podíamos creer lo que estábamos viendo. No lo pensamos demasiado, surgió así. Ahora que lo pienso no hubo nada que esté demasiado pensado en Marta.

Maximiliano de la Puente